martes, 30 de abril de 2013

Yo, Yo y solo Yo

"pues todos buscan sus propios intereses y no los de Cristo Jesús."
Filipenses 2:21

En una de las cartas de Pablo, la que el escribió a los filipenses en un momento el habla de los que buscan sus propios intereses, tal vez usted se pregunte a que se refería con los intereses propios que muchos buscan. La respuesta es simple, los intereses personales son para beneficio propio y solamente nuestro, cuando alguien busca conseguir su negocio propio es claro que lo hará para si mismo osea su beneficio propio y de nadie mas. Ahora una persona que predica el evangelio osea la salvación ¿sera que busca beneficio propio? lamentablemente hay algunos muchos que si que buscan ostentar un titulo un cargo y el respeto de los demás.
Cuando uno decide servir a Dios se sabe que debe renunciar y que se trata en dar y dar y dar sin esperar recibir nada a cambio, pero muchos no entienden eso y se auto engañan diciendo "yo busco ganar almas" pero solo son felices cuando se los coloca en una posición sobre otros, en otras palabras quieren solo un titulo y a la hora de presentarse delante de Dios no seremos tomados en cuenta por el titulo, posición, etc sino cuan siervo hemos sido al renunciar a nosotros mismos osea sueños, intereses, deseos, carne, y familia es decir nuestra vida entera por la causa de Dios.
El momento en que nosotros renunciamos a esa parte nuestra es decir esa parte que busca fama, reconocimiento, posición y muchas otras cosas, es en ese momento que nos volvemos verdaderamente siervos y no señores, pues muchos se han llamado siervos pero han sido señores y han buscado títulos y posiciones especiales, quieren ser reconocidos por el hombre y no les interesa en lo mas mínimo las almas. Este "hambre" se vuelve vicio y si no lo matamos crecerá y crecerá hasta que ya olvidemos para que Dios nos llamo y escogió y cuando llega ese momento tenga certeza que Dios ni cuenta con esa persona por eso deje de pensar en ostentar títulos o reconocimientos o halagos piense solo en lo que Dios opina de usted y sírvalo en espíritu y en verdad.

Imagen meramente ilustrativa.

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