sábado, 6 de octubre de 2012

Dos ordenes indispensables



“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente. Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 
(Mateo 22:36–40)


Todos los mandamientos se resumen en estos dos. Debemos amar a nuestro Dios con toda nuestra vida, osea entrega total porque aquel que ama da para quien ama. Cuando se refiere con todo nuestro corazón es a que debemos tener un corazón como el corazón de Dios un corazón con los deseos de nuestro Padre y con la voluntad de El que sea un corazón sensible a la voz de Dios.


Cuando habla con toda nuestra alma es que nuestra vida se basa en los mandamientos de Dios que nuestra alma le pertenece y por lo tanto el es quien tiene el control de nuestra vida.


Y cuando se refiere con toda nuestra mente apunta a que nuestros pensamientos, nuestra mente solo se enfoca en las cosas de Dios y no en el mundo todo lo que hacemos decimos y pensamos lo hacemos para glorificar y agradar a nuestro Señor, le somos fieles en todo en nuestro pensamientos en absolutamente todo y no Le ocultamos nada ya que aunque queramos no podríamos porque el es quien escudriña mente y corazón.


Por ultimo y mas sencillo pero igual de importante Dios da un mandato que muchos han despreciado y lo han visto como una carga y no como un placer. "Amaras a tu prójimo como a ti mismo"  muchos se han olvidado de este mandamiento ya que aunque no hacen mal a nadie y no tienen nada en contra de nadie siguen fallando a este mandamiento.


¿Pero como han fallado? Ellos escucharon la palabra de Dios y no la han hablado para nadie Dios nos mando a que amaros a nuestro prójimo y aun mas lo destaco diciendo como a ti mismo osea si nosotros queremos nuestra salvación y realmente vivir una vida con Dios entonces también habrá un querer un deseo fuerte en nosotros de salvar a otros y llevarles una palabra de vida para que ellos también conozcan lo que nosotros conocimos.
Dios los bendiga.

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